sábado, 29 de mayo de 2010

MUSICOTERAPIA EN DEFICIENCIA AUDITIVA

Las personas con deficiencia auditiva, pueden tener distintos grados de deficiencia, pero aún así tienen posibilidades de reeducación a través de la Musicoterapia. Si el niño no es atendido adecuadamente, tenderá a replegarse cada vez más en sí mismo, siendo víctima de problemas afectivos, nerviosos y de integración social.

La Musicoterapia como técnica y como expresión aporta a estos niños la vivencia de la música a nivel individual y grupal. El deficiente auditivo no oye como lo hace cualquier otra persona sin deficiencia, sino que percibe vibraciones y sensaciones acústicas. Desde su condición fetal perciben las vibraciones.

El sistema kinestésico nos proporciona información del propio cuerpo: posición en el espacio, postura, movimiento, equilibrio y orientación. La kinestesia será el factor determinante del establecimiento de la relación entre el cuerpo y el medio.

Podemos decir que la música se percibe a través del sentido táctil y ésta es decisiva en el aprendizaje de la articulación de los sonidos y palabras, percepción de fonemas en el rostro, garganta, tórax... del profesor. Las personas con deficiencia auditiva, reaccionan ante todas las excitaciones de tonos y ruidos. A través del sistema visual perciben los movimientos y ritmos. Es de gran importancia la observación de las expresiones corporales, grafías, instrumentos, melodías, danzas...

Según el grado de deficiencia auditiva, será la atención específica:

· 50−60 db (decibelios): Recibirán una atención especial en los primeros años en aulas de centros ordinarios.

· 60−75 db: No tendrán habla o lenguaje al empezar el colegio. Se les hará un programa adecuado en Musicoterapia.

· 75−85 db: Requerirán de auriculares especiales en el niño pequeño. En Musicoterapia partiríamos de una vivencia de sentir el sonido y el ritmo.

Son capaces de responder al ritmo, de discriminar y comparar sonidos. Llegaría a expresarse con gran desenvoltura si capta las propiedades del ritmo, reforzando su seguridad y autoestima, creando una variada y rica fuente de estímulos. El desarrollo rítmico es importante desde dos perspectivas:

− El ritmo en las palabras: prosodias, canto, recitaciones, expresiones verbales, rimas, melodías...

− El ritmo en el movimiento: percusiones corporales, marchas, danzas, expresión corporal, manejo de instrumentos...

El sonido será percibido por un sistema global, total de percepción y se precisará de la ayuda de auriculares y aparatos especiales.

DANZA CON DEFICIENTES AUDITIVOS

La danza puede exteriorizarse, sentir su cuerpo, salir de su Soledad interior y comunicarse con el otro, con el grupo, liberando de esta manera sus angustias mediante una metodología correcta, pues habremos conseguido que sea capaz de expresar sucesivamente todo su mundo interior. La danza es expresión de vida y la podemos considerar como un juego, un grito, una súplica, un sentimiento...

Aquí os adjuntamos un vídeo de una danza en la que sus protagonistas son deficientes auditivos.

LOS INSTRUMENTOS

Con las personas con deficiencia auditiva, empezaremos utilizando los elementos de percusión de nuestro cuerpo. La expresión y vivencia musical debe inspirarse en los orígenes de la música y su resonancia afectiva. Las percusiones temporales nos proporcionan la toma de conciencia de la pulsación a nivel grupal e individual.

Deben predominar los de percusión de gran tamaño, sobre todo los de parche: bombo, tumbadora, timbales... ya que producen vibraciones más intensas. Los instrumentos con resonancias graves son los de parche pequeño como el pandero y la pandereta además de su fácil manejo que les permite desplazarse con ellos.

Los instrumentos de placa son de gran interés, especialmente el metalófono y xilófono por las resonancias graves y la riqueza de sus sonidos, altura de sus notas, variación rítmica, efectos rítmicos y sonoros, los glissandos serían el efecto del viento, el trémolo la caída de una hoja...

Los instrumentos de metal no son muy apropiados salvo los cascabeles con correas que se fijan a las muñecas o tobillos de los niños mientras se mueven y los platillos de gran diámetro cuya vibración es perceptible a través del aire.

El piano nos ayudará con los contrastes de altura, matices de intensidad y duración y sus efectos sonoros.

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